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Un improbable temporal de nieve

23 de enero de 2023
by CLOSASEGUROS

¿Alguna vez ha ocurrido un desastre que haya hecho pender de un hilo tu negocio?

Este fue el caso de Pedro, uno de nuestros clientes. Pedro tiene una empresa especializada en la comercialización de tejidos técnicos como soporte para la impresión digital en gran formato. Además, su empresa también se dedica a la comercialización de equipos de impresión de gran formato y sus consumibles. En aquel momento, estaba establecido en Madrid y Barcelona.

Resulta que con motivo del temporal Filomena, que sucedió el 9 de enero de 2021, la cubierta de la nave donde operaban como inquilinos en Madrid se vino abajo. Por desgracia, en su caída seccionó la conducción de las instalaciones de extinción de incendios. ¡Se vertieron más de 200.000 litros de agua!

La empresa de Pedro trabaja con material muy sensible al agua. El día del siniestro tenían más de 2 millones de euros en mercancía almacenada, imagínate la situación. ¿Qué hicimos en CLOSASEGUROS para ayudarle? Pues inmediatamente revisamos las coberturas de la póliza y comprobamos que los capitales indicados eran adecuados y suficientes. También revisamos la cobertura por daños causados por la nieve y confirmamos que no se requería una determinada intensidad, como sucedería en el caso de la lluvia o el viento. Por tanto, estábamos tranquilos con el buen desarrollo de este expediente.

Abrimos el parte en la aseguradora y estuvimos en constante contacto con los peritos y con Pedro. Durante todas esas visitas de los peritos, se valoraron los daños y también las causas del siniestro. La parte más importante de los daños se había concentrado en las existencias, que se dañaron por quedar la cubierta abierta y por la humedad en el ambiente durante varios días. El propietario de la nave también se puso manos a la obra, junto con su seguro, para valorar los daños y también determinar la causa de ese colapso. No fue nada sencillo.

Una vez finalizada la valoración pericial, con acuerdo por parte de la empresa de Pedro, los peritos enviaron su informe a la aseguradora. Tras varias semanas de silencio, no nos quedó más remedio que remitir varios burofaxes a la compañía. ¿Te imaginas lo que sucedió? Contra todo pronóstico... ¡Nos comunicaron que rechazaban el siniestro! La compañía consideró que existía un defecto constructivo que había provocado el colapso de la nave con una acumulación de nieve inferior a los cálculos de los estudios de ingeniería que se hicieron al construir la nave.

¿Qué hicimos nosotros? No podíamos quedarnos con el no por respuesta. A partir de ese momento, desplegamos nuestras mejores habilidades para defender los intereses de Pedro, nuestro asegurado. Consultamos al gabinete pericial que colabora habitualmente con nosotros y también al despacho de abogados con quienes llevamos algunos asuntos delicados de siniestros de nuestros clientes. Ambos confirmaron nuestra posición. La aseguradora no podía rechazar el siniestro al no ser el asegurado conocedor de ese hipotético defecto constructivo, al ser inquilino y no propietario y al tener cobertura directa por los daños causados por la acumulación de nieve, con independencia de su intensidad. En todo caso, la aseguradora, después de indemnizar, podría reclamar al propietario y/o al constructor por los daños a los materiales de la empresa de Pedro.

En estas circunstancias, nuestra recomendación profesional fue aconsejar a Pedro que procediera a demandar a la compañía aseguradora. Le pusimos en contacto con el despacho de abogados para valorar el planteamiento y viabilidad de esta reclamación. Mantuvimos reuniones conjuntas con él y su matriz internacional junto con el despacho de abogados. Entre todos vimos que era la mejor estrategia para presionar a la aseguradora y reclamar ante los tribunales el cumplimiento del contrato de seguro.

Entonces, comenzaron los movimientos desde la aseguradora para tratar de llegar a un acuerdo. No tenían intención de llegar a juicio con un cliente. Tras varios días de tira y afloja, la compañía planteó una propuesta que, si bien no asumía la totalidad de los daños, sí era una cifra importante y cercana a los 600.000 EUR (más del 90% de los daños). Para terminar de cerrar el acuerdo entre la aseguradora y la empresa de Pedro, forzamos a la aseguradora a que, en su reclamación al propietario de la nave, incluyera también los daños no indemnizados. De esta manera, aunque no habría sido indemnizado por la totalidad de los daños, Pedro tampoco tendría que asumir los costes económicos y procesales de una reclamación de este calibre.

Finalmente, el 7 de diciembre la empresa de Pedro percibió su indemnización, tras casi un año desde que la nave colapsó.

¿Cúal es la moraleja de la historia de Pedro?

Aunque parezca muy improbable que un temporal de nieve destruya la nave donde se ubica tu negocio y gran parte de lo que contiene, lo cierto es que sucesos como este pueden pasar en cualquier momento. El gran valor en casos como este radica en poder contar con un equipo de profesionales que te respalden en una catástrofe similar, pues puede suponer la diferencia entre sobrevivir o no para el futuro de tu negocio.

¡En CLOSASEGUROS estamos a tu entera disposición para ayudarte en los momentos más críticos!

Carlos Velilla

Director Corporativo y Financiero

¿Alguna vez ha ocurrido un desastre que haya hecho pender de un hilo tu negocio?

Este fue el caso de Pedro, uno de nuestros clientes. Pedro tiene una empresa especializada en la comercialización de tejidos técnicos como soporte para la impresión digital en gran formato. Además, su empresa también se dedica a la comercialización de equipos de impresión de gran formato y sus consumibles. En aquel momento, estaba establecido en Madrid y Barcelona.

Resulta que con motivo del temporal Filomena, que sucedió el 9 de enero de 2021, la cubierta de la nave donde operaban como inquilinos en Madrid se vino abajo. Por desgracia, en su caída seccionó la conducción de las instalaciones de extinción de incendios. ¡Se vertieron más de 200.000 litros de agua!

La empresa de Pedro trabaja con material muy sensible al agua. El día del siniestro tenían más de 2 millones de euros en mercancía almacenada, imagínate la situación. ¿Qué hicimos en CLOSASEGUROS para ayudarle? Pues inmediatamente revisamos las coberturas de la póliza y comprobamos que los capitales indicados eran adecuados y suficientes. También revisamos la cobertura por daños causados por la nieve y confirmamos que no se requería una determinada intensidad, como sucedería en el caso de la lluvia o el viento. Por tanto, estábamos tranquilos con el buen desarrollo de este expediente.

Abrimos el parte en la aseguradora y estuvimos en constante contacto con los peritos y con Pedro. Durante todas esas visitas de los peritos, se valoraron los daños y también las causas del siniestro. La parte más importante de los daños se había concentrado en las existencias, que se dañaron por quedar la cubierta abierta y por la humedad en el ambiente durante varios días. El propietario de la nave también se puso manos a la obra, junto con su seguro, para valorar los daños y también determinar la causa de ese colapso. No fue nada sencillo.

Una vez finalizada la valoración pericial, con acuerdo por parte de la empresa de Pedro, los peritos enviaron su informe a la aseguradora. Tras varias semanas de silencio, no nos quedó más remedio que remitir varios burofaxes a la compañía. ¿Te imaginas lo que sucedió? Contra todo pronóstico... ¡Nos comunicaron que rechazaban el siniestro! La compañía consideró que existía un defecto constructivo que había provocado el colapso de la nave con una acumulación de nieve inferior a los cálculos de los estudios de ingeniería que se hicieron al construir la nave.

¿Qué hicimos nosotros? No podíamos quedarnos con el no por respuesta. A partir de ese momento, desplegamos nuestras mejores habilidades para defender los intereses de Pedro, nuestro asegurado. Consultamos al gabinete pericial que colabora habitualmente con nosotros y también al despacho de abogados con quienes llevamos algunos asuntos delicados de siniestros de nuestros clientes. Ambos confirmaron nuestra posición. La aseguradora no podía rechazar el siniestro al no ser el asegurado conocedor de ese hipotético defecto constructivo, al ser inquilino y no propietario y al tener cobertura directa por los daños causados por la acumulación de nieve, con independencia de su intensidad. En todo caso, la aseguradora, después de indemnizar, podría reclamar al propietario y/o al constructor por los daños a los materiales de la empresa de Pedro.

En estas circunstancias, nuestra recomendación profesional fue aconsejar a Pedro que procediera a demandar a la compañía aseguradora. Le pusimos en contacto con el despacho de abogados para valorar el planteamiento y viabilidad de esta reclamación. Mantuvimos reuniones conjuntas con él y su matriz internacional junto con el despacho de abogados. Entre todos vimos que era la mejor estrategia para presionar a la aseguradora y reclamar ante los tribunales el cumplimiento del contrato de seguro.

Entonces, comenzaron los movimientos desde la aseguradora para tratar de llegar a un acuerdo. No tenían intención de llegar a juicio con un cliente. Tras varios días de tira y afloja, la compañía planteó una propuesta que, si bien no asumía la totalidad de los daños, sí era una cifra importante y cercana a los 600.000 EUR (más del 90% de los daños). Para terminar de cerrar el acuerdo entre la aseguradora y la empresa de Pedro, forzamos a la aseguradora a que, en su reclamación al propietario de la nave, incluyera también los daños no indemnizados. De esta manera, aunque no habría sido indemnizado por la totalidad de los daños, Pedro tampoco tendría que asumir los costes económicos y procesales de una reclamación de este calibre.

Finalmente, el 7 de diciembre la empresa de Pedro percibió su indemnización, tras casi un año desde que la nave colapsó.

¿Cúal es la moraleja de la historia de Pedro?

Aunque parezca muy improbable que un temporal de nieve destruya la nave donde se ubica tu negocio y gran parte de lo que contiene, lo cierto es que sucesos como este pueden pasar en cualquier momento. El gran valor en casos como este radica en poder contar con un equipo de profesionales que te respalden en una catástrofe similar, pues puede suponer la diferencia entre sobrevivir o no para el futuro de tu negocio.

¡En CLOSASEGUROS estamos a tu entera disposición para ayudarte en los momentos más críticos!

Carlos Velilla

Director Corporativo y Financiero

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