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Qué hacer ante un accidente doméstico

22 de marzo de 2018
by websalia

Desafortunadamente, los accidentes domésticos representan la cuarta causa de mortalidad en la Unión Europea y, pese a lo que muchas personas puedan pensar, estos superan con creces a los accidentes de tráfico.

Cuando estamos en casa nos relajamos y muchas veces no somos conscientes de los peligros que pueden pasar inadvertidos.

Los rangos de edad con mayor incidencia son los niños menores de 14 años y las personas mayores, a partir de los 75 años.

Pauta general de actuación frente a un accidente doméstico

La Cruz Roja Española establece 3 pasos prioritarios frente a situaciones de emergencia que precisen de nuestra intervención:

Proteger al accidentado

Antes de intervenir, tenemos que valorar la situación para no afectar más aún a la persona que requiere ayuda y no ponernos en peligro a nosotros mismos o incluso a terceros. Así pues, tendremos que tomar las medidas de autoprotección necesarias y valorar nuestras capacidades ante las circunstancias específicas del accidente.

Avisar a los Servicios de Emergencia. Llamar lo más rápido posible al 112

Es el teléfono para cualquier tipo de emergencia, gratuito y operativo en toda la Comunidad Europea. Si nos encontramos solos y nadie puede llamar mientras socorremos a la persona accidentada, tendremos que dejarla un instante para realizar la llamada. Los datos importantes que nos pedirán son:

  • En caso de accidente doméstico, explicar cómo ha ocurrido (incendio, intoxicación, caída, etc.).
  • Localización exacta de los hechos.
  • Impresión general de las posibles víctimas (tipos de lesiones o síntomas que presenta la víctima).
  • Si es posible, hay que constatar las características especiales de la víctima: enfermedades previas, alergias, discapacidades, etc.
  • Tenemos que saber sobreponernos a la situación para poder escuchar y responder todo aquello que nos pregunten, a pesar de los posibles nervios.
  • No debemos colgar el teléfono hasta que nos lo indiquen.

Socorrer al accidentado

En primer lugar hay que tranquilizar a la víctima, comunicándole que la ayuda está en camino. Se puede hablar con el accidentado aunque este no responda. Lo más importante será determinar las posibles lesiones a fin de establecer las prioridades de actuación para no empeorar la situación. No hay que mover a la persona accidentada, a no ser que sea estrictamente necesario, hasta la llegada de los servicios de socorro. Si vemos que hace frío, podemos cubrirla con alguna prenda de abrigo para evitar la pérdida de calor corporal.

Datos INE 2015

Según el INE, en España murieron 15.079 personas por causas externas. Si restamos los suicidios, la primera causa de muertes son las caídas accidentales (2.783), seguidas de los ahogamientos (2.672). En cambio vemos que los accidentes de tráfico se quedan bastante por debajo (2.097). Según estos datos, podemos deducir que más de 36% de las muertes por causas externas en España son debidas a caídas y ahogamientos, muchas veces derivados de accidentes domésticos. Ambas causas se ven muy incrementadas en edades a partir de los 75 años donde ocurren más del 70% de las muertes tanto por caídas como por ahogamientos accidentales.

Fuente: Consejos de Salud de DKV Salud

Desafortunadamente, los accidentes domésticos representan la cuarta causa de mortalidad en la Unión Europea y, pese a lo que muchas personas puedan pensar, estos superan con creces a los accidentes de tráfico.

Cuando estamos en casa nos relajamos y muchas veces no somos conscientes de los peligros que pueden pasar inadvertidos.

Los rangos de edad con mayor incidencia son los niños menores de 14 años y las personas mayores, a partir de los 75 años.

Pauta general de actuación frente a un accidente doméstico

La Cruz Roja Española establece 3 pasos prioritarios frente a situaciones de emergencia que precisen de nuestra intervención:

Proteger al accidentado

Antes de intervenir, tenemos que valorar la situación para no afectar más aún a la persona que requiere ayuda y no ponernos en peligro a nosotros mismos o incluso a terceros. Así pues, tendremos que tomar las medidas de autoprotección necesarias y valorar nuestras capacidades ante las circunstancias específicas del accidente.

Avisar a los Servicios de Emergencia. Llamar lo más rápido posible al 112

Es el teléfono para cualquier tipo de emergencia, gratuito y operativo en toda la Comunidad Europea. Si nos encontramos solos y nadie puede llamar mientras socorremos a la persona accidentada, tendremos que dejarla un instante para realizar la llamada. Los datos importantes que nos pedirán son:

  • En caso de accidente doméstico, explicar cómo ha ocurrido (incendio, intoxicación, caída, etc.).
  • Localización exacta de los hechos.
  • Impresión general de las posibles víctimas (tipos de lesiones o síntomas que presenta la víctima).
  • Si es posible, hay que constatar las características especiales de la víctima: enfermedades previas, alergias, discapacidades, etc.
  • Tenemos que saber sobreponernos a la situación para poder escuchar y responder todo aquello que nos pregunten, a pesar de los posibles nervios.
  • No debemos colgar el teléfono hasta que nos lo indiquen.

Socorrer al accidentado

En primer lugar hay que tranquilizar a la víctima, comunicándole que la ayuda está en camino. Se puede hablar con el accidentado aunque este no responda. Lo más importante será determinar las posibles lesiones a fin de establecer las prioridades de actuación para no empeorar la situación. No hay que mover a la persona accidentada, a no ser que sea estrictamente necesario, hasta la llegada de los servicios de socorro. Si vemos que hace frío, podemos cubrirla con alguna prenda de abrigo para evitar la pérdida de calor corporal.

Datos INE 2015

Según el INE, en España murieron 15.079 personas por causas externas. Si restamos los suicidios, la primera causa de muertes son las caídas accidentales (2.783), seguidas de los ahogamientos (2.672). En cambio vemos que los accidentes de tráfico se quedan bastante por debajo (2.097). Según estos datos, podemos deducir que más de 36% de las muertes por causas externas en España son debidas a caídas y ahogamientos, muchas veces derivados de accidentes domésticos. Ambas causas se ven muy incrementadas en edades a partir de los 75 años donde ocurren más del 70% de las muertes tanto por caídas como por ahogamientos accidentales.

Fuente: Consejos de Salud de DKV Salud

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