La pandemia ha generado el retraso en la detección de enfermedades graves como el cáncer.

Las consecuencias derivadas de la situación actual son devastadoras en todos los ámbitos, especialmente, en el sanitario. Pero donde más ha afectado en ese medio, aparte, obviamente, de la atención a los enfermos de COVID, ha sido en la detección de otras enfermedades graves, como el cáncer.

Los sistemas sanitarios se han visto obligados a centrar todos sus esfuerzos en los contagios de coronavirus, destinando menos recursos a la atención a otro tipo de pacientes. Según un estudio de la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), el número de nuevos pacientes se redujo un 21% durante el confinamiento respecto al mismo periodo del año anterior. Sin duda, una mala noticia, ya que eso supone miles de pacientes sin diagnosticar. 

Muchos tildan el cáncer como la verdadera pandemia de nuestro siglo, más incluso que el COVID-19. Y es que, cada año, se producen 9 millones de muertes derivadas de un tumor, frente a los 2,6 millones causadas hasta el momento por el coronavirus. Sólo en España, en 2020 se detectaron 279.000 tumores, y se calcula que, para 2040, se habrán incrementado un 40%, hasta llegar a los 370.000.

La gran pregunta es: ¿podemos prevenir el cáncer?

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer ha elaborado una serie de consejos que contribuyen a la prevención del cáncer:

• Mantener una alimentación sana y variada: consumir una gran cantidad de cereales, legumbres, frutas y verduras; limitar la ingesta de alimentos hipercalóricos y procesados, así como bebidas azucaradas reduce considerablemente los riesgos. Además, una mala alimentación puede provocar un exceso de peso y obesidad que puede ser un riesgo para el desarrollo y crecimiento de algunos tumores.
• Practicar ejercicio a diario: el ejercicio físico es un factor de protección de algunos cánceres. La ONU recomienda incorporar una rutina 30-60 minutos diarios y evitar el sedentarismo.
• Evitar el tabaco: el tabaco es la mayor causa de cáncer y de muchas otras enfermedades. Evita fumar, ya sea en la calle o en casa, y protégete de sustancias cancerígenas.
• Limita el consumo de bebidas alcohólicas, aunque lo mejor es no tomar nada.
• Protégete del sol: evita una exposición excesiva al sol, así como las cabinas de rayos UVA. Es imprescindible utilizar protección solar, incluso en invierno.
• Vacunas: intenta que los más pequeños participen en los programas de vacunación contra la hepatitis B y el virus del papiloma (VPH)

Chequeos y cribados

Aparte de llevar una vida lo más saludable posible existen una serie de pruebas diagnósticas que permiten realizar una detección precoz de la enfermedad, haciendo mucho más viable su curación. Así, una de las herramientas más importantes para detectar los cánceres antes de que se desarrollen la proporcionan los programas de cribado.

Este tipo de programas sirven para detectar a tiempo la enfermedad, incluso sin tener síntomas, y permiten recurrir a tratamientos menos agresivos y más eficaces. Gracias a estos cribados y los avances en los diagnósticos, la supervivencia ha aumentado.

Las pruebas más comunes son:

• Mamografías entre los 50-69 años (mujeres) para detectar cáncer de mama.
• Citologías cada 3-5 años (mujeres) para el cáncer de cérvix.
• Colorrectal (hombres y mujeres) para el cáncer de colon.

La detección precoz y las pruebas preventivas se han demostrado esenciales para afrontar con éxito cualquier tipo de cáncer. Por eso, muchos seguros de salud contemplan la realización periódica de este tipo de pruebas.

Pero no todas las compañías ofrecen estas coberturas ni lo hacen en las mismas condiciones. En CLOSASEGUROS podemos resolver tus dudas, tanto si tienes un seguro de salud, como si te estás planteando contratar uno. Consulta con nosotros y te asesoraremos sobre las diferentes opciones a tu alcance.