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La gestión de siniestros sin contratiempos: El valor de una correduría para proteger tu negocio

12 de noviembre de 2024
by CLOSASEGUROS

Una gestión eficiente de las reclamaciones es esencial para dimensionar adecuadamente las pérdidas y provisionar los fondos necesarios, evitando desajustes en la contabilidad de la empresa. Tener los seguros a través de una correduría aporta un valor añadido: cuentas con un equipo de expertos que supervisa cada expediente y lucha por obtener el resultado más favorable para tu empresa.

Las pymes enfrentan varios desafíos al gestionar reclamaciones, entre ellos, recibir un asesoramiento preciso sobre los riesgos específicos y las opciones de cobertura más adecuadas. Este nivel de acompañamiento solo se consigue a través de un corredor profesional y de confianza, quien se asegurará de que, ante un siniestro, los perjuicios sean mínimos o estén cubiertos en su totalidad.

¿Cómo garantizar que las reclamaciones se procesen de forma rápida y eficiente?
La comunicación constante y fluida con el corredor es clave. Este profesional orientará a la empresa sobre los pasos a seguir para agilizar la resolución del siniestro, actuando como intermediario con la aseguradora y gestionando los aspectos técnicos del proceso.

Herramientas y recursos para una gestión óptima de reclamaciones
Contar con una buena gestión documental y una coordinación constante con el corredor facilita el seguimiento del caso y asegura una resolución favorable. Una correduría aporta experiencia y herramientas que mejoran la precisión y velocidad en cada etapa de la reclamación.

Casos de éxito: empresas que han optimizado sus reclamaciones de seguros
Algunos ejemplos ilustran el valor añadido de contar con una correduría:

  1. Siniestro por caída de rayo: Ante la necesidad de precisar la fecha exacta del siniestro, el corredor pudo verificar con sus herramientas los registros de tormentas, asegurando la cobertura adecuada para el cliente.
  2. Valoración y justificación de daños: El corredor asesora al cliente para que presente la documentación requerida y verifica que los cálculos se ajusten correctamente a las coberturas de la póliza, logrando, en algunos casos, indemnizaciones superiores tras revisar la documentación.

En cada paso, el apoyo de un corredor resulta fundamental para proteger los intereses de la empresa y optimizar el proceso de resolución de siniestros, minimizando así el impacto en sus operaciones diarias.

Alejandra Llagostera

Una gestión eficiente de las reclamaciones es esencial para dimensionar adecuadamente las pérdidas y provisionar los fondos necesarios, evitando desajustes en la contabilidad de la empresa. Tener los seguros a través de una correduría aporta un valor añadido: cuentas con un equipo de expertos que supervisa cada expediente y lucha por obtener el resultado más favorable para tu empresa.

Las pymes enfrentan varios desafíos al gestionar reclamaciones, entre ellos, recibir un asesoramiento preciso sobre los riesgos específicos y las opciones de cobertura más adecuadas. Este nivel de acompañamiento solo se consigue a través de un corredor profesional y de confianza, quien se asegurará de que, ante un siniestro, los perjuicios sean mínimos o estén cubiertos en su totalidad.

¿Cómo garantizar que las reclamaciones se procesen de forma rápida y eficiente?
La comunicación constante y fluida con el corredor es clave. Este profesional orientará a la empresa sobre los pasos a seguir para agilizar la resolución del siniestro, actuando como intermediario con la aseguradora y gestionando los aspectos técnicos del proceso.

Herramientas y recursos para una gestión óptima de reclamaciones
Contar con una buena gestión documental y una coordinación constante con el corredor facilita el seguimiento del caso y asegura una resolución favorable. Una correduría aporta experiencia y herramientas que mejoran la precisión y velocidad en cada etapa de la reclamación.

Casos de éxito: empresas que han optimizado sus reclamaciones de seguros
Algunos ejemplos ilustran el valor añadido de contar con una correduría:

  1. Siniestro por caída de rayo: Ante la necesidad de precisar la fecha exacta del siniestro, el corredor pudo verificar con sus herramientas los registros de tormentas, asegurando la cobertura adecuada para el cliente.
  2. Valoración y justificación de daños: El corredor asesora al cliente para que presente la documentación requerida y verifica que los cálculos se ajusten correctamente a las coberturas de la póliza, logrando, en algunos casos, indemnizaciones superiores tras revisar la documentación.

En cada paso, el apoyo de un corredor resulta fundamental para proteger los intereses de la empresa y optimizar el proceso de resolución de siniestros, minimizando así el impacto en sus operaciones diarias.

Alejandra Llagostera

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