Aquaman, Mapfre, Adeslas, las elecciones presidenciales de EE.UU. o una cafetera son hackeables.

En septiembre del año pasado hackearon el Instagram de Jason Momoa (Khal Drogo, en Juego de Tronos, y el superhéroe acuático Aquaman). Las stories redireccionaban a los usuarios a una web llamada Dude Mobile donde se pedía que verificasen la cuenta. Después, los fans debían descargarse una aplicación gratuíta para “recibir totalmente gratis un iPhone XS”. Mentira. Sólo querían recabar datos para después venderlos. 

No sólo es hackeable un perfil de Instagram. También el Internet de las cosas es manipulable y los ataques pueden llegar hasta la Nespresso de tu casa. De hecho, es lo que le ha ocurrido a una cafetera inteligente, que ha sido objeto de estudio y experimentación por parte de los investigadores de Avast, una firma checa especializada en seguridad informática. ¿Qué consiguieron? Que la cafetera escupiese sin parar agua hirviendo mientras en su pantalla táctil aparecía el dibujo de un pequeño diablo con una frase “¿Quieres recuperar tu aparato?”. 

¿A qué tipo de ataque hizo frente Mapfre?

Ocurrió el 15 de agosto. La compañía aseguradora tuvo que trabajar para rechazar un ciberataque de tipo ransomware, lanzado contra los sistemas de la compañía. Este tipo de ataque irrumpe como spam e impide a los usuarios acceder a sus archivos. De hecho, ralentizó todos los sistemas aunque no comprometió la seguridad de la información de la corporación o de sus clientes. 

Una de las labores de los técnicos se centró en cercar el malware y proteger los sistemas informáticos taponando las fugas de información que pudiesen haber. Respecto a la gestión de crisis, Mapfre hizo una comunicación muy clara del incidente, explicando en todo momento lo ocurrido y no dejando espacio al bulo.  

Un seguro de ciberataques

Mapfre no es la única ni la última empresa en recibir ataques como este. Adif, Canon, LG e incluso SegurCaixa Adelas también han sufrido ataques este mismo verano. Sin olvidar la norteamericana CWT, que ha llegado a pagar algo más de 4 millones de dólares para recuperar sus datos; incluso fue asesorada por los propios delincuentes para evitar que volviese a pasar. 

Si en alguna ocasión ves tus datos o los de tu empresa comprometidos, recuerda que las coberturas de un ciberseguro no son sólo legales, también son técnicas. Sus principales beneficios son: 

• Cobertura de delitos cibernéticos: estafas de phishing, suplantación de identidad, hacking telefónico, robo de identidad, fraude electrónico y extorsión cibernética.
• Coberturas contra las reclamaciones por violación de derechos de propiedad intelectual relativos a cualquier tipo de contenido. 
• Defensa jurídica 
• Cobertura de pérdidas de beneficios
• Cobertura de pérdidas de ingresos (por vulneración de seguridad) 
• Cobertura para datos alojados en la nube
• Gestión y comunicación de crisis

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