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COVID-19: Qué vacunas hay y cómo son

14 de abril de 2021
by CLOSASEGUROS

La esperada solución a la COVID-19: las primeras vacunas ya están aquí.

Un año después de la declaración de pandemia, con más de 3,2 millones de contagiados y 72.000 fallecidos en nuestro país, el virus COVID-19 aún campa a sus anchas. 

Algunos tienen la sensación de que ni los confinamientos, ni las restricciones de movilidad, ni las mascarillas son útiles para frenar el contagio. Es más, desde el primer día, las medidas contra el virus ya tenían sus detractores y les acompañaban teorías muy peculiares. Y, a pesar de que los laboratorios y farmacéuticas han estado trabajando y compitiendo durante meses para desarrollar la ansiada vacuna contra el virus, ahora que ya la tenemos aquí, con diversas variantes, también tiene sus críticos.

Las primeras dosis de vacunas llegaron a España a finales de diciembre tras la validación de la Agencia Europea del Medicamento. Actualmente, ya hay tres vacunas autorizadas en la Unión Europea frente a la COVID-19: la Comirnaty, de Pfizer/BioNTech, la de Moderna y la de Oxford/AstraZeneca. Mientras, otros laboratorios siguen trabajando para conseguir otras vacunas.

Aun así, hay quien duda de la seguridad y la eficacia de las vacunas. En vista de las dudas y la desinformación generalizada, desde la aseguradora Aegon han decidido aclarar las diferencias entre los tipos de vacunas y su forma de luchar contra el COVID:

  • Vacunas atenuadas: son aquellas que se elaboran basándose en suspensiones de virus vivos debilitados. Esta composición, inyectada en una sola dosis, produce en el paciente una infección real, pero más ligera. Ninguna vacuna desarrollada para el coronavirus es de este tipo.
  • Vacunas inactivadas: en este caso utilizan el virus muerto. Este tipo de vacunas generan menor inmunidad y son de doble dosis. En China se han desarrollado la Coroovac y Sinopharm contra el coronavirus.
  • Toxoides: no es el tipo de vacuna que se produce para combatir el COVID, porque solo se usan en casos en que la enfermedad no es el microorganismo, sino la toxina que este produce.
  • Vector recombinante: la de AstraZeneca, la vacuna china CanSinoBIO de Petrovax, la británica de Johnson & Johnson y la rusa Sputnik V son de este tipo. Se trata de vacunas que inoculan un virus bueno con un ARN modificado para sintetizar las proteínas del virus malo. No causa la enfermedad, pero induce la inmunidad contra el virus malo porque expresa sus proteínas. También requieren dos dosis.
  • Vacuna ADN: es una inyección directa de ADN, que codifica la proteína antigenética que activa el sistema inmune. Tampoco hay ninguna vacuna del COVID así.
  • Vacunas ARN mensajero: este tipo de vacunas requieren una compleja tecnología para diseñarlas. Consisten en someter las células vivas para que produzcan mayor parte de la respuesta inmune e introducirles millones de ARNm que fabrican anticuerpos. “Para evitar que las ARNasas presentes en el medio interno (piel, aliento, etc) destruyan el ARNm antes de que cumpla su papel, se construye una envoltura lipídica protectora que permite aumentar su eficacia”, explican los expertos de Aegon. Las vacunas de Moderna y Pfizer son de este tipo. Se deben conservar y transportar a temperaturas muy bajas para garantizar su eficacia. Se administran también en dos dosis y garantizan una inmunización segura, eficaz y rápida. Asimismo, desde Aegon explican que “algunos de los mitos más promovidos sobre este tipo de vacunas son su capacidad de modificar nuestro genoma, algo erróneo, porque no existen evidencias científicas de que puedan modificarlo”.

En CLOSASEGUROS estamos al lado de los avances de la ciencia en favor de la salud. Por ello, en un contexto como el actual, creemos en la necesidad de promover la vacunación y la atención sanitaria de calidad, para que podamos recuperar la normalidad lo antes posible.

La esperada solución a la COVID-19: las primeras vacunas ya están aquí.

Un año después de la declaración de pandemia, con más de 3,2 millones de contagiados y 72.000 fallecidos en nuestro país, el virus COVID-19 aún campa a sus anchas. 

Algunos tienen la sensación de que ni los confinamientos, ni las restricciones de movilidad, ni las mascarillas son útiles para frenar el contagio. Es más, desde el primer día, las medidas contra el virus ya tenían sus detractores y les acompañaban teorías muy peculiares. Y, a pesar de que los laboratorios y farmacéuticas han estado trabajando y compitiendo durante meses para desarrollar la ansiada vacuna contra el virus, ahora que ya la tenemos aquí, con diversas variantes, también tiene sus críticos.

Las primeras dosis de vacunas llegaron a España a finales de diciembre tras la validación de la Agencia Europea del Medicamento. Actualmente, ya hay tres vacunas autorizadas en la Unión Europea frente a la COVID-19: la Comirnaty, de Pfizer/BioNTech, la de Moderna y la de Oxford/AstraZeneca. Mientras, otros laboratorios siguen trabajando para conseguir otras vacunas.

Aun así, hay quien duda de la seguridad y la eficacia de las vacunas. En vista de las dudas y la desinformación generalizada, desde la aseguradora Aegon han decidido aclarar las diferencias entre los tipos de vacunas y su forma de luchar contra el COVID:

  • Vacunas atenuadas: son aquellas que se elaboran basándose en suspensiones de virus vivos debilitados. Esta composición, inyectada en una sola dosis, produce en el paciente una infección real, pero más ligera. Ninguna vacuna desarrollada para el coronavirus es de este tipo.
  • Vacunas inactivadas: en este caso utilizan el virus muerto. Este tipo de vacunas generan menor inmunidad y son de doble dosis. En China se han desarrollado la Coroovac y Sinopharm contra el coronavirus.
  • Toxoides: no es el tipo de vacuna que se produce para combatir el COVID, porque solo se usan en casos en que la enfermedad no es el microorganismo, sino la toxina que este produce.
  • Vector recombinante: la de AstraZeneca, la vacuna china CanSinoBIO de Petrovax, la británica de Johnson & Johnson y la rusa Sputnik V son de este tipo. Se trata de vacunas que inoculan un virus bueno con un ARN modificado para sintetizar las proteínas del virus malo. No causa la enfermedad, pero induce la inmunidad contra el virus malo porque expresa sus proteínas. También requieren dos dosis.
  • Vacuna ADN: es una inyección directa de ADN, que codifica la proteína antigenética que activa el sistema inmune. Tampoco hay ninguna vacuna del COVID así.
  • Vacunas ARN mensajero: este tipo de vacunas requieren una compleja tecnología para diseñarlas. Consisten en someter las células vivas para que produzcan mayor parte de la respuesta inmune e introducirles millones de ARNm que fabrican anticuerpos. “Para evitar que las ARNasas presentes en el medio interno (piel, aliento, etc) destruyan el ARNm antes de que cumpla su papel, se construye una envoltura lipídica protectora que permite aumentar su eficacia”, explican los expertos de Aegon. Las vacunas de Moderna y Pfizer son de este tipo. Se deben conservar y transportar a temperaturas muy bajas para garantizar su eficacia. Se administran también en dos dosis y garantizan una inmunización segura, eficaz y rápida. Asimismo, desde Aegon explican que “algunos de los mitos más promovidos sobre este tipo de vacunas son su capacidad de modificar nuestro genoma, algo erróneo, porque no existen evidencias científicas de que puedan modificarlo”.

En CLOSASEGUROS estamos al lado de los avances de la ciencia en favor de la salud. Por ello, en un contexto como el actual, creemos en la necesidad de promover la vacunación y la atención sanitaria de calidad, para que podamos recuperar la normalidad lo antes posible.

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