Noticias

Claves para contratar un seguro de salud

13 de marzo de 2023
by CLOSASEGUROS

A finales de la semana pasada sonó el teléfono en nuestras oficinas y atendí la llamada. Era Esperanza, clienta desde hace muchos años que quería aclarar algunas dudas sobre el seguro de salud que quería contratar para su madre, que se había jubilado hace pocos meses y achacaba algunos problemas de salud causados por la gran cantidad de esfuerzo que había hecho en el trabajo. En un momento así, contar con un seguro de salud para ella era algo necesario y tranquilizador.

Como asesora, quise ofrecerle una visión especializada capaz de informarle claramente de las coberturas y diferencias entre las distintas modalidades de seguros de salud. Para ello, le expliqué algunos puntos clave de este tipo de seguros y que comparto aquí porque creo que, como Esperanza, son muchas las personas que pueden verse reconfortadas al contar con este tipo de póliza.

Para empezar, le dije que existen las llamadas coberturas y carencias. Las primeras son muy variadas y pueden ser básicas, completas o de reembolso. Existe una gran variedad de posibilidades de contratación dependiendo de la compañía con la que estemos relacionados. En el caso de Esperanza, los servicios concretos que busca están relacionados con el estado de salud de su madre y su avanzada edad. Una cosa que también hay que tener en cuenta es que los cuadros médicos varían también entre compañías.

Continué explicándole que los seguros de salud se pueden empezar a disfrutar desde que se realiza la contratación. Sin embargo, existen algunos servicios concretos para los que se debe esperar. A este tiempo de más se le denomina “periodo de carencias” y está especificado en el contrato mismo. Para ejemplificar, le puse el caso de una embarazada y el parto. En este tipo de seguros de salud se suele establecer un periodo de carencia de 8 meses. De esta manera, si la contratación se realiza con efecto, por ejemplo, a 1 de enero y la asegurada se queda embarazada solo un mes después, la póliza podría no cubrir los gastos derivados del embarazo y del parto.

Mientras seguía contándole a Esperanza sobre las coberturas y las carencias que pueden tener los seguros de salud, le pregunté si sabía qué era la preexistencia en una póliza. Le expliqué que eran las enfermedades que tiene o ha tenido una persona antes de contratar un seguro de salud. Es decir, la condición de salud, alteración o trastorno orgánico que existe con anterioridad a la contratación de un seguro. A fin de cuentas, Esperanza necesitaba un seguro de salud para su madre, que es mayor, y las preexistencias son un concepto fundamental para los seguros de salud. Le concreté que estas preexistencias se estipulan independientemente de que exista un diagnóstico médico y que también se incluyen los síntomas que puedan indicar la existencia de una enfermedad.

Evidentemente, la madre de Esperanza padecía enfermedades y síntomas muy variados. Por eso le hice saber que, si bien generalmente no hay problemas para contratar un seguro de salud con estas características, las aseguradoras podrían excluir las coberturas de la preexistencia. Es decir, la asegurada -en este caso su madre- podría beneficiarse de todos los servicios médicos que quisiera, salvo los que estuvieran relacionados con la dolencia particular marcada como preexistente.

Esperanza, alarmada, quiso saber qué tipos de síntomas o enfermedades se categorizan así; su madre al ser mayor tenía varios. Le expliqué que las compañías de seguros suelen tener una tabla con las enfermedades preexistentes que consideran excluidas y que, en cualquier caso, siempre le informarían de todas las exclusiones antes de firmar la póliza. Algunas de estas enfermedades eran el cáncer, la hipertensión, la esclerosis múltiple, la insuficiencia renal o la diabetes, como era el caso de la madre de Esperanza. Haber sido intervenido en una cirugía compleja también podía considerarse como causa discriminatoria.

Si tú, como Esperanza, tienes alguna duda sobre los tipos de seguro de salud que hay, bien para ti, bien para tus seres queridos, ponte en contacto con nosotros. ¡No te quedes con la duda! En CLOSASEGUROS estamos para ayudarte a encontrar el seguro de salud perfecto para ti y tus seres queridos.

Irina Balán

Ejecutiva de Cuentas

915 62 60 18 - i.balan@closaseguros.com

A finales de la semana pasada sonó el teléfono en nuestras oficinas y atendí la llamada. Era Esperanza, clienta desde hace muchos años que quería aclarar algunas dudas sobre el seguro de salud que quería contratar para su madre, que se había jubilado hace pocos meses y achacaba algunos problemas de salud causados por la gran cantidad de esfuerzo que había hecho en el trabajo. En un momento así, contar con un seguro de salud para ella era algo necesario y tranquilizador.

Como asesora, quise ofrecerle una visión especializada capaz de informarle claramente de las coberturas y diferencias entre las distintas modalidades de seguros de salud. Para ello, le expliqué algunos puntos clave de este tipo de seguros y que comparto aquí porque creo que, como Esperanza, son muchas las personas que pueden verse reconfortadas al contar con este tipo de póliza.

Para empezar, le dije que existen las llamadas coberturas y carencias. Las primeras son muy variadas y pueden ser básicas, completas o de reembolso. Existe una gran variedad de posibilidades de contratación dependiendo de la compañía con la que estemos relacionados. En el caso de Esperanza, los servicios concretos que busca están relacionados con el estado de salud de su madre y su avanzada edad. Una cosa que también hay que tener en cuenta es que los cuadros médicos varían también entre compañías.

Continué explicándole que los seguros de salud se pueden empezar a disfrutar desde que se realiza la contratación. Sin embargo, existen algunos servicios concretos para los que se debe esperar. A este tiempo de más se le denomina “periodo de carencias” y está especificado en el contrato mismo. Para ejemplificar, le puse el caso de una embarazada y el parto. En este tipo de seguros de salud se suele establecer un periodo de carencia de 8 meses. De esta manera, si la contratación se realiza con efecto, por ejemplo, a 1 de enero y la asegurada se queda embarazada solo un mes después, la póliza podría no cubrir los gastos derivados del embarazo y del parto.

Mientras seguía contándole a Esperanza sobre las coberturas y las carencias que pueden tener los seguros de salud, le pregunté si sabía qué era la preexistencia en una póliza. Le expliqué que eran las enfermedades que tiene o ha tenido una persona antes de contratar un seguro de salud. Es decir, la condición de salud, alteración o trastorno orgánico que existe con anterioridad a la contratación de un seguro. A fin de cuentas, Esperanza necesitaba un seguro de salud para su madre, que es mayor, y las preexistencias son un concepto fundamental para los seguros de salud. Le concreté que estas preexistencias se estipulan independientemente de que exista un diagnóstico médico y que también se incluyen los síntomas que puedan indicar la existencia de una enfermedad.

Evidentemente, la madre de Esperanza padecía enfermedades y síntomas muy variados. Por eso le hice saber que, si bien generalmente no hay problemas para contratar un seguro de salud con estas características, las aseguradoras podrían excluir las coberturas de la preexistencia. Es decir, la asegurada -en este caso su madre- podría beneficiarse de todos los servicios médicos que quisiera, salvo los que estuvieran relacionados con la dolencia particular marcada como preexistente.

Esperanza, alarmada, quiso saber qué tipos de síntomas o enfermedades se categorizan así; su madre al ser mayor tenía varios. Le expliqué que las compañías de seguros suelen tener una tabla con las enfermedades preexistentes que consideran excluidas y que, en cualquier caso, siempre le informarían de todas las exclusiones antes de firmar la póliza. Algunas de estas enfermedades eran el cáncer, la hipertensión, la esclerosis múltiple, la insuficiencia renal o la diabetes, como era el caso de la madre de Esperanza. Haber sido intervenido en una cirugía compleja también podía considerarse como causa discriminatoria.

Si tú, como Esperanza, tienes alguna duda sobre los tipos de seguro de salud que hay, bien para ti, bien para tus seres queridos, ponte en contacto con nosotros. ¡No te quedes con la duda! En CLOSASEGUROS estamos para ayudarte a encontrar el seguro de salud perfecto para ti y tus seres queridos.

Irina Balán

Ejecutiva de Cuentas

915 62 60 18 - i.balan@closaseguros.com

Noticias
Pedir información
cross