El triatleta Carlos Aizpun consiguió el bronce vistiendo la equipación de CLOSASEGUROS en el ICAN Gandía-Valencia 2019

1h11' /  5h13' / 5h10' +transiciones

Unos tiempos que dejan sin aliento y proclaman al joven como un prometedor IRONMAN. En CLOSASEGUROS apostamos por el deporte y eso no son solo palabras sino algo que se vive y se demuestra. Patrocinamos y apoyamos a deportistas con ganas, entregados, con ese espíritu de superación que tanto admiramos y que también aplicamos en el día a día de nuestra correduría. Esa chispa batalladora la vimos en los ojos de Carlos Aizpun, que a base de mucho esfuerzo y un duro entrenamiento, está superándose en cada reto que se propone. Y no son pocos.

Este fin de semana participó en el ICAN TRIATHLON Gandía que consta de 3,8km nadando, 180km en bicicleta y 42 km corriendo. 11 horas y 44 minutos, ese es el tiempo total que le llevó a Carlos completar las tres etapas. Suena increíble pero, según cuenta él mismo, ya es el tiempo que se había marcado en los entrenamientos, ¡o incluso menos! Los nervios o quizá la emoción le jugaron una mala pasada y apenas pudo descansar la noche anterior al gran día. Aunque su fuerte es el pedaleo, no le fue nada mal en la primera etapa dentro del agua (con un tiempo de 1h11’). Pero, definitivamente, sobre la bicicleta se lució, una media de 34km/h y un tiempo de 5h13’. Un éxito que le brindó fuerzas para lanzarse a correr.

La tercera etapa fue la más dura, las primeras dos vueltas las completó a un ritmo perfecto de 35min por vuelta pero luego ya empezaron las dudas y quizá el cuerpo empezaba a resentirse. Nada sólido en el estómago y más de 7 horas de intenso ejercicio a las espaldas. La tercera y cuarta vuelta fue un poco a trote y un poco andando para ya afrontar la recta final caminando. Podría haber parado, recordemos que eran más de 10 horas de profunda actividad, de desgaste físico y mental. Carlos reconoce que esos últimos kilómetros se hicieron muy duros pero que gracias al apoyo de sus allegados allí presentes (y a su enorme voluntad) sacó fuerzas para cruzar la meta.

Casi un año de entrenamiento, de constancia, de renunciar a mucho pero de ganar también otro tanto. Todo el esfuerzo valió la pena pero reconoce que hubo momentos realmente duros en los que temía defraudar a todos aquellos que le habían estado apoyando. La cabeza y el agotamiento pueden jugar malas pasadas. Su familia, su novia, sus amigos, su entrenador, sus sponsors…no dudamos en afirmar contundentemente que estamos orgullosísimos del papel que jugó. Apreciando y valorando cada brazada, cada pedaleo, cada zancada, cada paso, cada grito y cada lágrima. ¡Sigue así campeón!

CLOSASEGUROS con el deporte.