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Un incendio en una nave industrial dejó a la empresa sin producción: ¿Qué salvó su negocio?

13 de marzo de 2025
by CLOSASEGUROS

Un cortocircuito en el sistema eléctrico de una fábrica textil provocó un incendio que dejó la nave industrial inutilizada. Las máquinas quedaron inservibles y la producción se paralizó durante tres meses. La empresa se enfrentaba a un grave problema financiero, ya que, sin producción, los ingresos se redujeron drásticamente.

Afortunadamente, la empresa había contratado una póliza de seguro de daños que cubría no solo la reposición de la maquinaria y la reparación del edificio, sino también la pérdida de ingresos derivada del siniestro, conocida como lucro cesante. Gracias a esta cobertura, pudieron mantener los pagos a proveedores y empleados mientras se resolvía la situación.

Uno de los errores más frecuentes en estos casos es infravalorar el capital asegurado, lo que puede hacer que la indemnización sea insuficiente para cubrir los daños reales.

También es fundamental revisar que la póliza incluya la cobertura de lucro cesante, ya que muchas empresas solo aseguran los daños materiales y no tienen en cuenta la pérdida de ingresos que un siniestro puede causar.

Para evitar estos problemas, es recomendable hacer una revisión periódica de las coberturas y asegurarse de que el capital asegurado se ajusta a la realidad del negocio. Un seguro bien estructurado no solo protege los activos, sino que puede ser la clave para la continuidad de la empresa en momentos de crisis.

Alejandra Llagotera

Un cortocircuito en el sistema eléctrico de una fábrica textil provocó un incendio que dejó la nave industrial inutilizada. Las máquinas quedaron inservibles y la producción se paralizó durante tres meses. La empresa se enfrentaba a un grave problema financiero, ya que, sin producción, los ingresos se redujeron drásticamente.

Afortunadamente, la empresa había contratado una póliza de seguro de daños que cubría no solo la reposición de la maquinaria y la reparación del edificio, sino también la pérdida de ingresos derivada del siniestro, conocida como lucro cesante. Gracias a esta cobertura, pudieron mantener los pagos a proveedores y empleados mientras se resolvía la situación.

Uno de los errores más frecuentes en estos casos es infravalorar el capital asegurado, lo que puede hacer que la indemnización sea insuficiente para cubrir los daños reales.

También es fundamental revisar que la póliza incluya la cobertura de lucro cesante, ya que muchas empresas solo aseguran los daños materiales y no tienen en cuenta la pérdida de ingresos que un siniestro puede causar.

Para evitar estos problemas, es recomendable hacer una revisión periódica de las coberturas y asegurarse de que el capital asegurado se ajusta a la realidad del negocio. Un seguro bien estructurado no solo protege los activos, sino que puede ser la clave para la continuidad de la empresa en momentos de crisis.

Alejandra Llagotera

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