Con motivo de la guerra de Ucrania algunos organismos internacionales han tomado medidas sancionadoras que afectan a la actividad de las aseguradoras y de otros sectores.

La dura realidad de una guerra no solo tiene efecto en el tejido empresarial de los países afectados por el conflicto. Nuestro cliente Gustavo opera en Ucrania a través de una compañía nacional. Tiene una empresa que se dedica al transporte por carretera de mercancías y actualmente opera en todos los países de Europa con fronteras terrestres. Cuando Rusia invadió Ucrania a finales de febrero del año pasado, se vio en una situación de incertidumbre con respecto a los seguros con los que contaba y fue un momento de reflexión profunda, ya que una guerra también tiene consecuencias en esta materia.

La primera observación fue clara, esta guerra y las sanciones que la Unión Europea ha impuesto al país invasor ha generado un panorama económico y político muy volátil. La cabeza visible de todo este conflicto en términos económicos es la inflación y tras ella una alteración contractual en muchas de las regulaciones, especialmente en los seguros (no se conceden seguros de vida en pleno conflicto). Esta inflación estaba afectando a las operaciones que Gustavo estaba realizando. En otros ramos y coberturas, como los seguros de crédito, la guerra no es razón de exclusión de cobertura de los seguros. La cobertura, en cualquier caso, dependerá del cumplimiento de las empresas ucranianas o rusas de sus compromisos y obligaciones de pago en el marco de esta situación catastrófica.

Al tiempo, Gustavo me comentó que no sabía si debería haber parado su actividad en el país, pero le suponía un coste enorme reorganizar sus rutas. Yo le expliqué que la situación en los seguros era más drástica. En España, Generali fue de las primeras en cesar actividades, pero luego se sumaron otras compañías y corredurías internacionales, sobre todo americanas, como Munich Re, Marsh, Aon y, recientemente, AXA. Estas compañías han dejado de suscribir nuevos negocios de seguros y detenido todas las renovaciones respecto a los activos de propiedad rusa ubicados en ese mismo país. Entonces fue cuando Gustavo percibió la necesidad de actuar con celeridad y precisión. En pocas semanas, ya había reorganizado sus rutas por países limítrofes con Ucrania y había pausado sus envíos al país.

No todos los sectores se ven afectados por igual

Al comparar nuestro sector con el de Gustavo, por fortuna la exposición del seguro nacional a los activos rusos como la deuda, las acciones de empresas o la participación en fondos, es ínfima más allá de las pólizas suscritas por los residentes particulares con las compañías de seguros de vida u otros ramos. Las carteras de seguros e inversiones de las aseguradoras y reaseguradoras españolas tampoco están expuestas directamente a países como Bielorrusia o Ucrania. Sin embargo, el sector de los transportes se ha visto fuertemente afectado especialmente a causa de la inflación.

Respecto a lo anterior, el impacto de las sanciones sobre las empresas de seguros en España debería tener poco impacto. De hecho, se cree que la cobertura de riesgos en Rusia por parte de las reaseguradoras globales representa apenas el 2% de sus primas brutas. Algunos ramos de seguros más afectados son la aviación, el transporte marítimo y el crédito comercial. Estos podrían ser la causa de las mayores pérdidas a las aseguradoras.

Cabe destacar que entre las empresas de seguros en España esa incidencia será residual, al igual que Gustavo, nuestro país gestiona y transporta la mayor parte de mercancías por tierra.

Nacho Gómez

Director Comercial

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