Uno de los colectivos que más ha sufrido con la pandemia de COVID-19 ha sido, sin duda, el de las personas mayores. Considerados grupo de riesgo, protagonizaron los casos más graves, sobre todo al comienzo de la pandemia, y contabilizaron muchos fallecimientos, en especial, en las franjas de edad más elevadas.

Ahora, gracias al proceso de vacunación generalizado, las condiciones ha mejorado mucho para estas personas, que están recuperando, poco a poco y como todos, cierta normalidad en sus vidas. Sin embargo, aunque más protegidos ante los síntomas de mayor gravedad, todavía es necesario mantener ciertas precauciones para evitar contagios, que pueden seguir siendo peligrosos si existen otras dolencias previas. Además, las altas temperaturas veraniegas y las condiciones de excesiva humedad o sequedad del ambiente, según la zona, pueden repercutir negativamente en la salud de nuestros mayores. Por ello, os dejamos unos cuantos consejos para ayudarles a sobrellevar la época estival de la mejor manera posible.

Antes de entrar en materia, sin embargo, debemos hacer una puntualización. Hablar de 'personas mayores' así, en general, puede ser equívoco, ya que supone englobar bajo el mismo concepto a grupos de personas con edades, estilos de vida, situaciones de salud y costumbres muy diversas. Así, podemos encontrar desde personas que, con edades muy muy avanzadas, no pueden valerse por sí mismas y habitan en residencias asistenciales especializadas, hasta a personas ya jubiladas de su ocupación laboral pero que son totalmente independientes y llevan un tipo de vida activo, con reuniones sociales, viajes y aficiones de todo tipo. Nuestros consejos, en este caso, se dirigen más hacia personas como las primeras: personas muy lonvevas o de salud especialmente delicada que necesitan una especial atención externa por parte de sus familias o cuidadores.

Buena hidratación

Beber suficiente agua es esencial para mantenernos hidratados. Nos ayuda a controlar nuestra temperatura, eliminar deshechos y transportar nutrientes. Normalmente, el cuerpo nos envía señales, como la sed, cuando no dispone de suficiente agua. Pero, en edades muy avanzadas, el organismo puede no alertar ante esa deshidratación. Por ello, tenemos que asegurarnos de que nuestros mayores beban lo necesario para poder mantener una correcta hidratación.

Cuidado con las horas centrales del día

Puede ser peligroso salir a la calle durante las horas de más calor, ya que aumenta el riesgo de sufrir una insolación o un golpe de calor. Así, entre las 12 y las 17 horas, aproximadamente, es mejor quedarse en casa o a la sombra. Si es necesario salir a la calle, deberemos tener la precaución de cubrir su cabeza con pañuelos, gorros o sombreros.

Asimismo, con la edad, la piel se vuelve más sensible y delicada por lo que es importante protegerla bien ante los rayos solares. Sobre todo, manos y cara, que son las partes más expuestas a sus efectos.

Ropa y tejidos ligeros

Para vestir, mejor optar por prendas ligeras y sueltas, preferiblemente de tejidos naturales como lino o algodón, para que faciliten la transpiración y evitar un calor excesivo. Si la ropa incluye botones, mejor dejar sueltos los más cercanos al cuello.

Consumo de fruta y verdura

La frutas y la verduras son alimentos esenciales durante todo el año pero, en especial, durante el verano. Estos alimentos son una forma de consumir parte del agua que se necesita para mantenerse hidratado. Además, facilitan unas digestiones más ligeras. En el mismo sentido, conviene evitar comidas que puedan provocar digestiones pesadas y subir el calor corporal, como guisos, sopas y caldos. Se debe vigilar, igualmente, el consumo de café y alcohol, ya que ambos favorecen la deshidratación.

Casa fresca y ventilada

Asegurarnos de que la vivienda esté fresca es fundamental para el bienestar de nuestros mayores. Para asegurarnos de ello, durante las horas de más calor se pueden dejar las ventanas abiertas y las persianas bajadas, para ventilar la casa sin que entre  la luz solar directa. Si son varias las ventanas abiertas, se puede crear corriente.

Una vez anochezca, podemos subir las persianas y dejar entrar el frescor de la noche. Así, contribuiremos a mantener la casa ventilada y mantener más cómodos a nuestros mayores.

Tensión arterial controlada

El calor puede influir, también, en la tensión arterial. Por ello, debemos controlarla de manera regular, para asegurarnos de que sus valores son los normales.

Y, ante cualquier duda de salud, lo mejor es acudir a profesionales sanitarios de confianza, que nos aconsejarán las medidas a tomar en cada caso. Recuerda que tu seguro de salud sigue a tu disposición en verano, sin listas de espera y con acceso directo a los especialistas que necesites. Si tienes dudas sobre estos seguros, ¡estamos a tu disposición!

Las gafas de sol son un complemento más de ropa en los conjuntos de muchas personas. Tanto que, en la mayoría de las ocasiones, se adquieren gafas de baja calidad según la tendencia del momento sin que lleguen a estar homologadas.

Algunos datos interesantes del mercado óptico hablan de que, de los catorce millones de gafas de sol que se venden al año en España, casi 9 millones se comercializan en el “top manta”. Además, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas asegura que un 30% de las gafas de sol compradas en España no han pasado ningún control sanitario.

Llega el verano y todos nos preocupamos por usar una buena crema solar para protegernos del sol. Pero no somos conscientes de los peligros que tiene la exposición al astro rey para nuestros ojos. Anteponemos la moda y las nuevas tendencias a nuestra salud ocular, sin tener en cuenta la calidad y la protección de las gafas.

Los peligros de los cristales no homologados

En esta época del año, en cada exposición solar se incrementa en un 4% la posibilidad de sufrir alteraciones en la visión, según JAMA Ophthalmology. Como todo el cuerpo humano, el ojo también tiene un mecanismo de protección de la retina: la absorción selectiva, que filtra la luz. Pero las radiaciones del sol son acumulativas y, con una larga exposición, la zona central de la retina es la que más sufre.

Por tanto, es imprescindible proteger correctamente los ojos con unas gafas homologadas. De lo contrario, si usas unas gafas con cristales que no protegen de forma adecuada, la radiación entrará en la retina y acabará perjudicado tu salud visual. Además, unos cristales de mala calidad pueden tener una graduación excesiva lo cual también puede dañar los ojos. Otro de los riesgos de este tipo de gafas es que pueden aparecer burbujas o rugosidades que entorpecen la visión y pueden provocar otros daños .

Los expertos señalan, incluso, que unas gafas con cristales no homologados pueden ser mucho más nocivas que si no lleváramos protección alguna.

Cuidado básico para este verano

Esta claro que en verano nuestros ojos sufren mucho más. Y ya no solo por la luz del sol, más intensa, sino también por la sal del mar o el cloro de la piscina. Por ello, también es más común encontrar muchos más casos de conjuntivitis en esta época del año. Una alteración del ojo que se puede prevenir fácilmente:

  1. Evita tocarte los ojos
  2. Límpiate las manos a menudo
  3. No te mediques por cuenta propia
  4. No cualquier ojo rojo está causado por una conjuntivitis, consulta con un oculista.

Una mala salud visual se puede traducir en fatiga, picores, sequedad, cataratas, lesiones en la cornea y la retina… La salud de nuestros ojos es primordial, por tanto, si tienes alguno de estos síntomas, consulta con un experto. La mayoría de aseguradoras de salud incluyen visitas oftalmológicas y revisiones. En CLOSASEGUROS estaremos encantados de ayudarte a encontrar el mejor especialista para tus ojos.

En España hay 4 millones de personas que sufren algún tipo de trastorno del sueño crónico o grave, según la Sociedad Española de Neurología. Además, entre un 20 y un 48% de la población adulta tiene problemas para iniciar o mantener el sueño Pero son pocos los que acuden a un médico para remediar esta necesidad básica.

Es más, nos hemos acostumbrado a dormir mal y hemos normalizado levantarnos cansados o estar de mal humor. Algo que viene influido por la cultura de la inmediatez y ultraproductividad en la que todo tiene que ser “aquí y ahora”. También influye una cierta 'tradición' del país, donde el ocio nocturno llega hasta el amanecer y los programas “prime time” de la televisión acaban de madrugada.

Ahora que llega el verano, el principal factor que nos trastoca el sueño es el calor. Las altas temperaturas dificultan el sueño (asociado a un descenso de la temperatura corporal) y produce un sueño superficial que acentúa los trastornos del descanso como el insomnio. Por ello, hemos preparado unos consejos que seguro que te ayudaran a conciliar mejor el sueño.

9 consejos para dormir mejor

  1. No te obsesiones con el sueño. Duerme lo que tu cuerpo decida. Debes tener en cuenta que el reloj social y laboral no concuerda con el reloj biológico de los seres humanos, que funciona según los ciclos de luz y oscuridad. Por tanto, haz caso a tu cuerpo y cuando te pida dormir, duerme.
  2. Para remediar el calor de verano, los ventiladores y aires acondicionados son tu mejor aliado. Si tienes un aire acondicionado, recuerda que la temperatura óptima para dormir son 20 grados, ¡no conviertas tu habitación en un congelador! En cambio, si tienes ventiladores, coloca uno de cara a la ventana para que expulse el aire caliente, y si es de techo, que gire en el sentido contrario al reloj para que haga ascender el calor.
  3. ¡No a las pantallas! La luz azul de los dispositivos electrónicos le da la orden al cerebro de activarse. Al menos una hora antes de ir a dormir, aparta el teléfono y el ordenador y aprovecha para leer o hacer otras tareas de la casa.
  4. Ventila las habitaciones durante el día para que el calor no se acumule.
  5. Antes de dormir, si tienes mucho calor, dúchate con agua tibia o levemente fría para equilibrar el cuerpo.
  6. Usa pijamas y sabanas ligeras de colores suaves y con tejidos transpirables (algodón o lino).
  7. Cierra las ventanas y las persianas durante las horas en las que toca más el sol.
  8. Consume comidas ligeras y evita el alcohol.
  9. Toma el sol a primera hora. Con 15 minutos basta. Así, estarás alerta durante el día y te prepararás para dormir mejor por la noche.

Estos tips simplemente son consejos para mejorar tu sueño. Si ves que siguiendo estos pasos no mejora tu calidad del sueño y sigues cansado/a, consulta con un especialista. En CLOSASEGUROS estamos a tu disposición para explicarte las diferentes coberturas de tu póliza de salud y buscar al mejor profesional de la salud para ti.

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