Las nuevas tecnologías suelen permanecer en segundo plano hasta que surge una necesidad y necesitamos sacar un beneficio inmediato con su uso. Entonces ocurre algo extraordinario: abandonamos viejos hábitos y nos adaptamos de un salto al cambio. Hace años que en el sector del hogar oímos hablar de términos como “electrodomésticos conectados”, “casa inteligente” o “domótica”. Sabemos que, como ha ocurrido en otros ámbitos de la tecnología, en el futuro todos los dispositivos del hogar estarán “conectados”. Hoy en día, la mayoría de nuestros electrodomésticos no lo están. Sin embargo, la transición hacia el horizonte digital empieza ahora.

Estuve con Josep Grifol, director general de AKEMIRA HOME y experto en seguros de hogar. Durante un buen rato hablamos sobre los cambios que están surgiendo en este sector a raíz del desarrollo tecnológico que afecta a nuestras casas.

Como Josep es un verdadero conocedor de este campo, le pregunté si creía que la domótica ha llegado a nuestros hogares para quedarse o si en algunos hogares ya ha entrado y en otros tardará algún tiempo, por aquello del “proceso de adopción” de los usuarios. Si pensaba que al disponer de medidas de seguridad más avanzadas disminuye el riesgo y por tanto la prima.

Rápidamente me contestó que las compañías de seguros se basan en datos históricos y estadísticos para fijar sus primas de riesgo para cada una de las pólizas. Sin duda, el coste de cualquier incidente en una vivienda es menor cuanto más rápida es la respuesta para paliar los efectos de dicho incidente.

Me puso el ejemplo de un viaje de fin de semana en el que nuestra casa se queda vacía y sufrimos una intrusión. Es muy probable que el coste para subsanar los daños de esa intrusión sea sensiblemente menor si estamos al corriente de este hecho inmediatamente. Es decir, si tomamos una acción en tiempo presente en lugar de tras descubrirlo al volver. En ese tiempo que ha pasado los intrusos han podido seguir causándonos daños.

Otro caso que me comentó fue el de un escape de agua. Cuanto antes lo detectemos, menor será el daño producido. Lo mismo valdría para un incendio y una detección temprana del humo o para una fuga de gas. Si a todo ello le sumamos el efecto dinosaurio (elementos que se usan para desalentar a los ladrones de que cometan robos) que nos proporciona la domótica con elementos como el encendido momentáneo de luces, aparatos de radio o televisión, movimientos de persianas, cortinas o toldos para simular que hay alguien en casa, la probabilidad de que nos roben es mucho menor, me decía Josep.

Mientras hablábamos me surgió otra cuestión a plantearle: ¿qué ocurriría si no conectase las medidas de seguridad y entrasen a robar en mi casa?

Su respuesta fue asegurar que la potestad de conectar las medidas de seguridad es única y exclusivamente nuestra, como usuarios responsables. Somos los únicos que podemos decidir en qué momento el sistema de vigilancia debe avisarnos si se detecta alguna incidencia.

Los sistemas de vigilancia normalmente permiten la conexión y desconexión remota, por lo que en caso de descuido siempre tenemos la posibilidad de realizar esta conexión a través de nuestro móvil. Si tenemos la desgracia de que alguien entra a robar y, por cualquier motivo, no habíamos conectado las medidas de seguridad, entonces, y a diferencia de las compañías de servicios de seguridad que no nos proporcionan ningún seguro, la póliza de nuestra compañía de seguros es nuestro último recurso para resarcir los daños causados por los ladrones.  En este caso, la aseguradora puede hacer uso de los datos históricos y decidir cambiarnos la prima de nuestra póliza si considera que esta situación se puede dar de modo frecuente en nuestro caso. En definitiva, los usuarios somos responsables de activar nuestros sistemas, siempre que las condiciones nos lo permitan.

Finalmente, estuvimos hablando acerca de si una compañía de seguros podría obligarte a contratar medidas de seguridad privadas. Me dijo que normalmente la compañía de seguros nos ofrecerá varias opciones de póliza en función del riesgo que calcule en cada caso. En el peor de los ellos, si el riesgo es muy elevado podrá retirar la oferta de su póliza. También podrá recomendar la inclusión de ciertas medidas de seguridad para reducir el riesgo de la póliza. Sin embargo, nunca obligará a la contratación de un determinado sistema o servicio de seguridad.

Casi al final de nuestra charla yo me lamentaba de que habría una gran cantidad de tipos de sistema de seguridad y medidas antirrobo que no fueran conocidos por el público. Quise saber por donde empezar a adaptar un hogar a este modelo y me recomendó que lo más sencillo es familiarizarse con la tecnología adquiriendo un solo elemento o conjunto básico de elementos conectados y empezar practicando a través de la App del fabricante.

Aseguraba que pronto se tendría un mayor conocimiento y confianza en estos sistemas y que entonces la gente instalaría otros sensores que permitan automatizar tareas un nuevo “hogar conectado”. Así cualquiera podrá sentirse cómodo, más seguro, y generar de esta forma una buena experiencia de usuario.

En resumen, tras la conversación con Josep concluimos que el proceso de adaptación tecnológica por parte de los usuarios será lento, pero acabará por suceder de forma natural. La sensación que da es que los hogares van a estar cada vez más conectados con uno mismo, tanto fuera como dentro de casa. En CLOSASEGUROS estamos a tu disposición para ayudarte y resolver las dudas que puedan surgirte con respecto a temas relacionados con el hogar, la domótica o las nuevas tecnologías y las pólizas correspondientes.

Nacho Gómez Calzado

Director

En los últimos años, la domótica ha ido ganando protagonismo en nuestros hogares, e incluso el Internet de las Cosas (IoT, Internet of Things) ha llegado hasta los juguetes de los niños. Si bien es cierto que los dispositivos inteligentes nos facilitan la vida, el hecho de estar conectado a Internet en todo momento también nos expone a sufrir más ataques cibernéticos. 

Hasta hace poco, los ciberriesgos solo podían afectar a empresas o dispositivos puntuales, pero con la llegada del IoT, proteger nuestra casa de estos ataques se ha convertido en una prioridad. Así, igual que protegemos nuestro hogar para evitar robos, debemos proteger los objetos inteligentes de las amenazas digitales.

Como proteger los dispositivos inteligentes

Cuando hablamos de dispositivos inteligentes nos referimos a esos electrodomésticos o gadgets que con un solo clic o con una palabra se encienden, como lavadoras, neveras o sistemas de calefacción inteligentes.

El problema de estos dispositivos es que al estar conectados a Internet son de muy fácil acceso por parte de los hackers, que saben encontrar sus vulnerabilidades. Por ello, si eres amante de la tecnología y usas este tipo de aparatos, debes tener en cuenta 3 cosas:

  1. Si un hacker consigue acceder a estos dispositivos, puede robar las credenciales o incluso saber si hay alguien en casa. Para evitarlo, actualiza el sistema frecuentemente. 
  2. Comprueba que el dispositivo sólo está conectado a la red inalámbrica de casa, si no, un intruso puede acceder desde otro punto.
  3. Si tienes dispositivos que van con cámaras, tápalas. De lo contrario, sufres el riesgo de que introduzcan un malware y te puedan espiar.

Los 'smart-toys' también tienen sus riesgos

Actualmente, los niños reclaman mayores funcionalidades a sus juguetes. Es por eso, que ya no sólo las consolas están conectadas a Internet, sino que hay muchos juguetes infantiles que son inteligentes. Así es, ahora hay muñecos que responden a las órdenes de voz, y tablets que han sustituido los puzzles tradicionales, los juegos de cartas e, incluso, “jugar a cocinitas”.

Si bien es cierto que este tipo de juguetes ofrecen una sensación de interactividad muy satisfactoria para los niños y los padres, “la privacidad de los datos de los menores puede verse seriamente comprometida por los juguetes dotados de capacidades de comunicación con otros dispositivos para compartir datos como la ubicación o conversaciones”, señala la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).

Todos los dispositivos que están conectados a Internet almacenan tanta información que se convierten en los puntos más vulnerables de nuestro hogar. En el caso de los juguetes inteligentes, pueden enviar la información que recojan mediante micrófonos y/o camparas a los sistemas en la nube del fabricante. Por ello, los riesgos se multiplican:

  1. El fabricante puede no proteger la información que recibe de los juguetes, lo que implica que los datos puedan ser comprometidos.
  2. Si los servidores del fabricante sufren un ataque y el tratamiento de los datos no es responsable, la información recopilada queda comprometida.
  3. Si la conexión del juguete por bluethooth, NFC o WiFi no esta encriptada, los hackers pueden acceder a ver, oír, incluso mover el juguete.

Para evitar estas situaciones, y aunque en la mayoría de ocasiones depende del fabricante, desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y la AEFJ remarcan la importancia de configurar correctamente la conexión WiFi para bloquear el acceso a otras personas, cambiar las contraseñas con asiduidad y desconectarlos cuando no se estén utilizando.

El seguro del hogar y el ciberriesgo

Internet se ha convertido en un elemento imprescindible en cualquier hogar para el día a día. Por ello, para no sufrir vulneraciones la privacidad, es muy importante seguir las recomendaciones de los profesionales.

En medio de esta revolución tecnológica, los seguros de hogar también se han adaptado para ofrecer coberturas enfocadas a la protección digital. Por ejemplo, ahora también incluyen protecciones para el asegurado en caso de sufrir un acoso digital a menores, para localizar y bloquear dispositivos perdidos o borrar el rastro en red

Son coberturas complejas, por ello, si quieres conocer que coberturas digitales tiene tu seguro de hogar o contratarlas, puedes contactar con nosotros. Te asesoraremos en todo momento sobre qué coberturas reales necesitas y haremos seguimiento si sufres un ciberataque.  Y recuerda: los amantes de lo ajeno también roban a través de nuestros dispositivos inteligentes.

cross